Alimentación sana y segura
Cuando
es una dieta sana
Se entiende por dieta sana aquella
ingesta de alimentos que ayuda a mantener, recuperar o manejar la salud.
Es un proceso automático, producto de
la cultura, y a la vez un acto voluntario que está condicionado por diversos
tipos de factores que determinan una buena o mala alimentación.
La correcta nutrición es uno de los
pilares de la salud y el desarrollo, permite reforzar el sistema inmunitario,
contraer menos enfermedades y gozar de una salud. La gente sana es más fuerte,
más productiva y está en mejores condiciones de desarrollar al máximo su
potencial.
Se puede llevar una dieta sana
mediante varios alimentos ya sea sana mediante varios alimentos ya sea de
origen vegetal o animal. Una dieta equilibrada se considera, junto al
ejercicio, una manera importante de reducir los riesgos para la salud asociados
a la obesidad o la hipertensión entre otras enfermedades.
Para poder llevar una dieta sana es de
suma importancia el consumo de agua, ya que el agua ayuda a purificar el cuerpo
limpiando las toxinas que se producen diariamente, además debe tener menos
espesa la sangre y ayudar al corazón a bombearla mejor. También es posible
estimular el metabolismo para que queme las calorías y queme más grasa corporal
tan solo añadiendo más agua a nuestra alimentación; ayudando también a la
hidratación de la piel.
Durante los primeros años la buena
alimentación y nutrición son fundamentales para la salud y el bienestar a lo
largo de toda la vida.
La lactancia materna es uno de, los
factores más importantes, pese a lo cual apenas un tercio de los lactantes
reciben lactancia exclusivamente materna durante los primeros 6 meses.
Recomendaciones para una dieta sana
Existen gran variedad de posturas y
planteamientos que pretenden definir una dieta sana, así como guías
alimentarias diversas, y la cantidad de agua por individuo. La organización
mundial de la salud da cinco recomendaciones, aplicables tanto a individuos
como colectivos:
ü
Aumentar
el consumo de alimentos vegetales, en especial frutas, verduras, legumbres,
cereales y nueces o similares.
ü
Reducir
el consumo de grasas y consumir preferiblemente ácidos grasos insaturados en
lugar de grasas saturadas o ácidos grasos trans.
ü
Reducir
el consumo de azúcar. Un informe de 2003 recomendaba que se debía consumir
menos de un 10% de azucares simples.
ü
Reducir
el consumo de sal y de sodio, cualquiera que sea su origen, y consumir sal
yodada.
La
dieta y la reducción del riesgo de enfermedades.- Existe una probable relación entre el
estilo de vida, incluyendo la alimentación, y el descenso del riesgo potencial
de padecer enfermedades como el cáncer y otras enfermedades crónicas. Algunos
hallazgos de la biología molecular y la epidemiologia sugieren que el consumo
de leche favorece el desarrollo de enfermedades crónicas como la
arterosclerosis, la carcinogénesis y algunas enfermedades degenerativas.
Cáncer
y la alimentación.-
La OMS ha dictaminado que un 30% de los factores relacionados con el cáncer
tiene relación con la alimentación.
El consumo de ciertas carenes rojas
(vacuno y cordero) está relacionado con un aumento moderado del riesgo de
padecer cáncer de colon. No se ha demostrado un incremento del riesgo en el
caso de la carne de cerdo, si bien se han realizado pocos estudios bien
diseñados hasta la fecha. Asimismo, se ha demostrado una mayor posibilidad de
desarrollar cáncer de colon asociada al consumo de carnes procesadas.
Los minerales son los elementos
naturales no orgánicos que representan entre el 4 y el 5 por ciento del peso
corporal del organismo y que están clasificados en macro minerales y
oligoelementos. El ser humano los necesita para mantener el buen funcionamiento del cuerpo y garantizar, entre
otros, la formación de los huesos,
la regulación del ritmo cardiaco y la producción de las hormonas.
Elaborado por: Jhosida Lizeth Salinas Castillo
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